17 Objetivos para las personas y para el planeta
En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establece un plan para alcanzar los Objetivos en 15 años.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.
El Secretario General de las Naciones Unidas hizo un llamamiento para que todos los sectores de la sociedad se movilicen en favor de una década de acción en tres niveles:
- Acción a nivel mundial para garantizar un mayor liderazgo, más recursos y soluciones más inteligentes con respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
- Acción a nivel local que incluya las transiciones necesarias en las políticas, los presupuestos, las instituciones y los marcos reguladores de los gobiernos, las ciudades y las autoridades locales
- Acción por parte de las personas, incluidos la juventud, la sociedad civil, los medios de comunicación, el sector privado, los sindicatos, los círculos académicos y otras partes interesadas, para generar un movimiento imparable que impulse las transformaciones necesarias
La Agenda 2030 está constituida por 5 bases fundamentales
- PERSONAS: Dignidad e igualdad de todas las personas en un medio ambiente saludable
- PLANETA: Colocar la protección del planeta en el centro
- PROSPERIDAD: Transformar las economías para disfrutar de una vida próspera y plena en armonía con la naturaleza
- PAZ: Propiciar sociedades pacíficas
- ALIANZAS: Crear una alianza mundial con diferentes actores
Para conseguir alcanzar estas bases se proponen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible
Objetivo 1: FIN DE LA POBREZA
Actualmente, el 10 % de la población mundial vive en situación de extrema pobreza, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso a agua o saneamiento, por lo que garantizar la protección social de todos los niños y otros grupos vulnerables resulta crucial para reducir la pobreza. Si a eso le sumamos las consecuencias económicas de la pandemia mundial, los índices de pobreza podrían aumentar en todo el mundo hasta llegar a un 8 % más de la población total mundial.
Objetivo 2: HAMBRE CERO
Según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de 135 millones de personas padecen hambre severa, debido principalmente a los conflictos causados por los seres humanos, el cambio climático y las recesiones económicas. La pandemia de COVID-19 podría duplicar ahora esa cifra y sumar unos 130 millones de personas más que estarían en riesgo de padecer hambre severa a finales de 2020.
Si queremos alimentar a más de 820 millones de personas que padecen hambre y a los 2000 millones de personas más que vivirán en el mundo en 2050, debemos llevar a cabo un cambio profundo en el sistema agroalimentario mundial. La producción alimentaria sostenible es crucial para ayudar a aliviar los riesgos del hambre.
Objetivo 3: SALUD Y BIENESTAR
Actualmente, el mundo se enfrenta a una crisis sanitaria mundial sin precedentes; la COVID-19 lo cual constituye un punto de inflexión en lo referente a la preparación para emergencias sanitarias y la inversión en servicios públicos vitales del siglo XXI. Sin embargo, antes de la pandemia se consiguieron grandes avances en la mejora de la salud de millones de personas en concreto, al aumentar la esperanza de vida y reducir algunas de las causas de muerte comunes asociadas con la mortalidad infantil y materna. Aún así, se necesitan más esfuerzos para erradicar por completo una gran variedad de enfermedades y abordar un gran número de problemas de salud, tanto constantes como emergentes. A través de una financiación más eficiente de los sistemas sanitarios, un mayor saneamiento e higiene, y un mayor acceso al personal médico, se podrán conseguir avances significativos a la hora de ayudar a salvar las vidas de millones de personas.
Objetivo 4: EDUCACIÓN DE CALIDAD
La educación permite la movilidad socioeconómica ascendente y es clave para salir de la pobreza. Durante la última década, se consiguió ampliar el acceso a la educación y las tasas de matriculación en las escuelas en todos los niveles, especialmente para las niñas.
Pero desde el inicio de la pandemia nunca antes habían estado tantos niños fuera de la escuela al mismo tiempo, lo que altera su aprendizaje y cambia drásticamente sus vidas, especialmente las de los niños más vulnerables y marginados.
Objetivo 5: IGUALDAD DE GÉNERO
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Todavía existen muchas dificultades: las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas. El brote de coronavirus agrava las desigualdades existentes para las mujeres y niñas a nivel mundial; desde la salud y la economía, hasta la seguridad y la protección social (la violencia doméstica también se ha intensificado).
Hemos de seguir avanzando en las líneas anteriormente iniciadas tales como: aumentar el número de niñas escolarizadas, obligar a menos niñas al matrimonio precoz; incrementar el número de mujeres con cargos en parlamentos y en posiciones de liderazgo, y que las leyes se sigan reformando para fomentar la igualdad de género.
Objetivo 6: AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO
Actualmente una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre y dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manos con agua y jabón.
La pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia vital del saneamiento, la higiene y un acceso adecuado a agua limpia para prevenir y contener las enfermedades. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el lavado de manos es una de las acciones más efectivas que se pueden llevar a cabo para reducir la propagación de patógenos y prevenir infecciones, incluido el virus de la COVID-19.
Objetivo 7: ENERGÍA ASEQUIBLE Y NO CONTAMINANTE
El acceso a la electricidad en los países más pobres ha comenzado a acelerarse, la eficiencia energética continúa mejorando y la energía renovable está logrando resultados excelentes en el sector eléctrico.
A pesar de ello, es necesario prestar una mayor atención a las mejoras para el acceso a combustibles de cocina limpios y seguros, y a tecnologías para 3000 millones de personas, para expandir el uso de la energía renovable más allá del sector eléctrico e incrementar la electrificación en el África subsahariana.
Objetivo 8: TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO
Un crecimiento económico inclusivo y sostenido puede impulsar el progreso, crear empleos decentes para todos y mejorar los estándares de vida.
En abril de 2020 la ONU elaboró un marco para la respuesta socioeconómica inmediata a la COVID-19 como hoja de ruta para apoyar a los países en su camino hacia la recuperación social y económica. Este marco apela a reforzar de manera extraordinaria la ayuda internacional y el compromiso político con el objetivo de garantizar que las personas de todo el mundo tengan acceso a los servicios esenciales y a la protección social. Estas líneas de trabajo están conectadas por un sólido imperativo de sostenibilidad medioambiental y de igualdad de género para una mejor construcción.
Objetivo 9: INDUSTRIA, INNOVACIÓN E INFRAESTRUCTURAS
La industrialización inclusiva y sostenible, junto con la innovación y la infraestructura, pueden dar rienda suelta a las fuerzas económicas dinámicas y competitivas que generan el empleo y los ingresos. Estas desempeñan un papel clave a la hora de introducir y promover nuevas tecnologías, facilitar el comercio internacional y permitir el uso eficiente de los recursos.
La pandemia está afectando gravemente a las industrias manufactureras y ha acelerado la digitalización de muchos negocios y servicios. El progreso tecnológico es clave para descubrir soluciones duraderas para los desafíos económicos y medioambientales, como el aumento de la eficiencia energética y de recursos, así como el acceso a la sanidad, la educación y los bienes y servicios esenciales.
Objetivo 10: REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la crisis. Para garantizar que las personas de todo el mundo tengan acceso a los servicios esenciales y la protección social, las Naciones Unidas han exigido un refuerzo extraordinario del apoyo internacional y del compromiso político, incluido un refuerzo de la financiación a través del Fondo de las Naciones Unidas de Respuesta a la COVID-19 y Recuperación, que aspira a apoyar a los países de ingresos bajos que están soportando los efectos socioeconómicos de la pandemia de manera desproporcionada.
Objetivo 11: LOGRAR CIUDADES Y COMUNIDADES SOSTENIBLE
Las ciudades y las áreas metropolitanas son centros neurálgicos del crecimiento económico, ya que contribuyen al 60 % aproximadamente del PIB mundial. Sin embargo, también representan alrededor del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos.
El organismo de las Naciones Unidas para los alimentos, la FAO, advirtió de que el hambre y las muertes podrían aumentar de manera significativa en las zonas urbanas que no cuentan con medidas para garantizar que los residentes pobres y vulnerables tengan acceso a alimentos.
OBJETIVO 12: PRODUCCIÓN Y CONSUMO RESPONSABLE
El progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro y ciertamente, nuestra supervivencia.
Estos son algunos hechos y cifras
- Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida acaba pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección deficientes
- Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se ahorrarían 120.000 millones de dólares estadounidenses al año
- En caso de que la población mundial alcance los 9600 millones de personas en 2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales
El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos. También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles.
El consumo y la producción sostenibles también pueden contribuir de manera sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con bajas emisiones de carbono. La crisis actual es una oportunidad para llevar a cabo un cambio profundo y sistémico hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta por ello desde UP green apostamos por cambiar nuestros patrones de consumo y producción hacía unos más sostenibles.
Objetivo 13: ACCIÓN POR EL CLIMA
El 2019 fue el segundo año más caluroso de todos los tiempos y marcó el final de la década más calurosa (2010-2019) que se haya registrado jamás. Los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero en la atmósfera aumentaron hasta niveles récord en 2019.El cambio climático está afectando a todos los países de todos los continentes, está alterando las economías nacionales y afectando a distintas vidas así mismo los sistemas meteorológicos están cambiando y los niveles del mar están subiendo. El cambio climático no se va a detener, una vez que la economía mundial comience a recuperarse de la pandemia, se espera que las emisiones vuelvan a niveles mayores.
Por esta razón el Secretario General de las Naciones Unidas ha propuesto seis medidas favorables para el clima que los Gobiernos pueden adoptar una vez que se dediquen a reconstruir sus economías y sociedades después de la pandemia:
- Transición verde: las inversiones deben acelerar la descarbonización de todos los aspectos de nuestra economía
- Empleos verdes y crecimiento sostenible e inclusivo: Impacto social con la creación de nuevos puestos de trabajo en empresas sostenibles
- Economía verde: hacer que las sociedades y los pueblos sean más resilientes mediante una transición justa para todos y que no deje a nadie atrás
- Invertir en soluciones sostenibles: los subsidios a los combustibles fósiles deben desaparecer y los contaminadores deben pagar por su contaminación
- Afrontar todos los riesgos climáticos: cumplir con los ODS para reducir los acuses del cambio climático
- Cooperación: ningún país puede triunfar por sí solo
Objetivo 14: VIDA SUBMARINA
El océano impulsa los sistemas mundiales que hacen de la Tierra un lugar habitable para el ser humano. Nuestra lluvia, el agua potable, el tiempo, el clima, los litorales, gran parte de nuestra comida e incluso el oxígeno del aire que respiramos los proporciona y regula el mar. Por eso una gestión cuidadosa de este recurso mundial esencial es una característica clave de un futuro sostenible, no obstante, en la actualidad, existe un deterioro continuo de las aguas costeras debido a la contaminación y a la acidificación de los océanos que está teniendo un efecto adverso sobre el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad. La salud de los océanos está íntimamente ligada a nuestra salud. De acuerdo con la UNESCO, el océano puede ser un aliado contra la COVID-19: las bacterias que se encuentran en las profundidades del océano se están utilizando para llevar a cabo pruebas rápidas para detectar la presencia de COVID-19. Además, la diversidad de especies del océano es prometedora para los medicamentos. Por desgracia La Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas, planificada en principio para junio de 2020, se pospuso a una fecha posterior (aún por determinar) debido a la pandemia de la COVID-19.
Objetivo 15: VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES
El brote de la COVID-19 resalta la necesidad de abordar las amenazas a las que se enfrentan las especies silvestres y los ecosistemas, ya en 2016, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó de que un aumento mundial de las epidemias zoonóticas era motivo de preocupación. En concreto, señaló que el 75 % de todas las enfermedades infecciosas nuevas en humanos son zoonóticas y que dichas enfermedades están estrechamente relacionadas con la salud de los ecosistemas-
La respuesta del PNUMA se ocupa de cuatro áreas:
- Ayudar a las naciones a gestionar los desechos médicos de la COVID-19
- Producir un cambio transformativo para la naturaleza y las personas
- Trabajar para garantizar que los paquetes de recuperación económica creen resiliencia para futuras crisis
- Modernizar la gobernanza ambiental a nivel mundial
Para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas de todo el mundo, las Naciones Unidas han declarado la Década para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030) esta respuesta coordinada a nivel mundial ante la pérdida y degradación de los hábitats se centrará en desarrollar la voluntad y la capacidad política para restaurar la relación de los seres humanos con la naturaleza. Asimismo, se trata de una respuesta directa al aviso de la ciencia, tal y como se expresa en el Informe especial sobre cambio climático y tierra del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, a las decisiones adoptadas por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas en las convenciones de Río sobre cambio climático y biodiversidad y a la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación.
No podemos olvidar que la naturaleza resulta vital para nuestra supervivencia: la naturaleza nos proporciona oxígeno, regula nuestros sistemas meteorológicos, poliniza nuestros cultivos, y produce nuestros alimentos, piensos y fibras. Sin embargo, se encuentra sometida a una presión cada vez mayor. La actividad humana ha alterado casi el 75 % de la superficie terrestre y ha empujado a la flora y fauna silvestre y a la naturaleza a un rincón del planeta cada vez.
Objetivo 16: PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
A día de hoy los conflictos, la inseguridad, las instituciones débiles y el acceso limitado a la justicia continúan suponiendo una grave amenaza para el desarrollo sostenible por ejemplo el número de personas que huyen de las guerras, las persecuciones y los conflictos superó los 70 millones en 2018, la cifra más alta registrada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en casi 70 años. En 2019, las Naciones Unidas registraron 357 asesinatos y 30 desapariciones forzadas de defensores de los derechos humanos, periodistas y sindicalistas en 47 países.
Objetivo 17: ALIANZAS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS
Los ODS solo se pueden conseguir con asociaciones mundiales sólidas y cooperación, sin embargo son muchos los países que actualmente requieren asistencia oficial para el desarrollo con el fin de fomentar el crecimiento y el comercio, pero los niveles de ayuda están disminuyendo y los países donantes no han respetado su compromiso de aumentar la financiación para el desarrollo.