Nadège Seguin, Co-creadora en Unfuck Fashion, nos explica la importancia del slow fashion
En UP green, nos apasiona estar en contacto y dar visibilidad a las marcas sostenibles para que todas las personas las conozcan.
Impulsores del cambio es una serie de entrevistas que tiene como objetivo dar a conocer las empresas líderes que están liderando el camino hacia un mundo más sostenible.
En cada episodio, se entrevistará a un líder de una empresa u organización diferente para que el público conozca sus proyectos de primera mano.
Las entrevistas darán a conocer todo tipo de proyectos dentro del universo de la sostenibilidad. Los líderes de estas empresas compartirán sus historias personales, desafíos y logros. También hablarán sobre cómo han implementado prácticas para que sus empresas sean más sostenibles.
Episodio #4: Slow Fashion
Mireya Vilá (M) – ¡Hola, muy buenos días! Hoy presentamos un nuevo episodio de Impulsores del cambio. En este episodio hablaremos de moda sostenible o slow fashion. Antes de ponernos en materia vamos a agradecer a nuestro patrocinador Keep, por apostar en esta iniciativa. Keep para quien no lo conozcáis es una constructora que está especializada en viviendas sostenibles y saludables.
Los principales beneficios de vivir en una casa Keep son:
- La reducción emisiones, tanto en el proceso de construcción como durante el ciclo de vida de la casa
- El ahorro en suministros del hogar porque hay baja demanda energética
- También son casas saludables, sin elementos tóxicos para la familia y todos los habitantes.
Si queréis descubrir más sobre cómo vivir de una forma sostenible os recomendamos que entréis en su página web Keep.eco.
Ahora si muchas gracias Nadège Seguin que es la co-creadora de Unfuck Fashion.
Unfuckfashion para quien no lo conozcáis es el punto de encuentro de marcas/ proyectos de moda sostenible. Primero de todo Nadège bienvenida, muchas gracias por participar en Impulsores del cambio si quieres explícanos qué hacéis desde Unfuck Fashion.
Nadège Seguin (NS) – Muchas gracias por invitarnos. Unfuck Fashion es la unión de todos los proyectos de moda sostenible en los que estoy trabajando con mi compañero, y pareja, Luca. Siempre nos cuesta mucho explicar en qué trabajamos porque estamos metidos en mil proyectos diferentes, la mayoría de ellos relacionados con la moda y la sostenibilidad, pero cada uno con un enfoque diferente. Por ejemplo, tenemos una marca de moda llamada Etikology, donde trabajamos eliminando totalmente los químicos del proceso de producción a través de tintes naturales, un proceso totalmente sostenible – o lo más sostenible posible dentro de las posibilidades. También trabajamos con el movimiento Fashion Revolution en España del que soy coordinadora nacional. Otros proyectos muy de upcycling que son proyectos de upcycling con mensajes reivindicativos. Tenemos un nuevo proyecto con pulseritas también que quiere promover la inclusión. Estamos en mil cosas y es muy difícil explicar de qué va cada una. De ahí nació Unfuck Fashion que es como juntar todo y desde ahí guiar a la gente según la información que necesite o según los productos que esté buscando y que nosotros podamos proveer.
M: Genial, es súper interesante lo que hacéis. Ya sabes que os sigo de cerca y para mí es un placer que podáis participar y compartir todos vuestros conocimientos sobre el impacto que tiene la moda hoy en día. De hecho, la moda es uno de los sectores que tiene más impacto en el medio ambiente.
NS: Es una de las industrias que más impacto tiene y especialmente porque es una industria a la que no se toma en serio comparado con otras. Necesitamos darle esta visibilidad que tan fácilmente se le quita cuando hablamos de sostenibilidad en el mundo en general.
M: ¿Qué te llevó a emprender el proyecto en general, Unfuck Fashion y todas estas iniciativas y proyectos que estáis llevando a cabo para reducir el impacto de la moda en el planeta?
NS: Viene de enfrentarme de encontrarme cara a cara con la realidad del impacto de nuestras elecciones y del modo en que hacemos las cosas – en lo que entendemos como lo «normal», de toda la vida. Yo estudié moda, siempre me ha gustado este gremio. No sabía de moda sostenible – en la época no se solía hablar de estas cosas. Siempre quise tener un proyecto creativo relacionado con esto: los tejidos, los colores, la identidad,.. estas cosas. Un día me voy de vacaciones y me encuentro con la contaminación en su faceta más fea en primer plano y no estaba preparada para ello. Ha sido un shock muy grande el darme cuenta de que más allá de los bonitos cubos de basura que hay fuera de mi calle. Todo esto lleva a un camino mucho más oscuro cuando lo perdemos de vista. Ahí quise comprender por un lado saber lo mejor posible entender qué está pasando y por otro lado ver qué puedo hacer yo como persona. Tanto yo como consumidora, como productora – en este caso en principio era como futura productora entonces tuve muchas preguntas sobre cómo enfocarlo. Un poco esto ¿qué puedo hacer yo ahora que me encuentro con esto? y, también ¿cuál es la realidad que hay más allá de lo que la gente pueda querer contar?
M: ¿Dónde crees que tenemos que poner foco ahora en la actualidad y en los próximos años para mejorar un poco, revertir la situación climática que tenemos actualmente?
NS: Creo que tenemos que tomar conciencia de que hay que enfrentar los desafíos desde su raíz. No solo tenemos que reducir los problemas que son consecuencia del modo de producción; sino ir directamente a la raíz del modo de producción y de por qué surgen estas consecuencias.
Por ejemplo, el reciclaje es algo súper importante, el upcycling y todas estas cosas son propuestas muy válidas que tenemos que tener en cuenta. Pero, tener únicamente en cuenta estas alternativas sin pensar en no utilizar químicos, no utilizar más de la cuenta, evitar los plásticos, evitar la explotación,.. ya desde la base. Simplemente vamos a achicar agua. Hay un dicho que dice ya tenemos que cerrar el grifo y no solo achicar agua. Creo que en este momento estamos achicando mucho pero nos cuesta mucho ver de dónde viene el problema y tenemos que poner el foco ahí.
M: Sobre el uso del plástico hay algo que a mí me choca personalmente. ¿Por qué tiene que haber plástico en la moda o en la ropa?
NS: Primer punto es por el coste, es una fibra mucho más económica comparado con otras. Desde el punto de vista de una fast fashion que produce prácticamente para tirar, no hay mucho interés en invertir en materiales de calidad. Ahí el plástico viene fantástico. Segundo, desde el lado del consumidor comparado, por ejemplo, un lino seca más rápido, se arruga menos, igual menos necesidad de planchar,… Estos pequeños detalles muchas veces tienen más peso para el consumidor que el hecho de preocuparse de que no estemos contaminando los ríos, explotando a la gente,… También porque no nos damos cuenta de hasta qué punto es así. Como se presenta una faceta cómoda por un lado, y además un precio económico y se esconde por otro lado las consecuencias de estos materiales y de los modos de producción, hace que la balanza claramente vaya hacia la promoción del plástico. Si paramos un segundo y nos ponemos a reflexionar sobre las alternativas y las consecuencias, enseguida nos damos cuenta de que por lo menos deberíamos replantearnos si es una solución tan “brillante” como parece – o unos quieren decir.
M: Sí, yo creo que en muchos casos realmente hay desconocimiento. Ahora sí se está oyendo más, pero hay mucha gente que no mira las etiquetas, no es consciente de que hay microplásticos en las prendas, de que cuando las lavan en las lavadoras se desprenden y acaban en el mar. Hay mucho recorrido por hacer. De cara al consumidor, ¿tú qué recomiendas a las personas el día a día para que puedan aportar su granito de arena de forma fácil?
NS: Lo primero, si tienes una tendencia a comprar frenéticamente o compulsivamente; decir “Wow! Lo veo super bonito, lo necesito, lo compro” – sin parar ni un segundo a pensar. Pues que pare, que intenté desafiarse y decir “volveré en dos días, a ver si me sigue gustando”. Si a los dos días le sigue gustando, pues acercarse y que mire la etiqueta para ver dónde se ha hecho, de qué manera, qué materiales hay dentro y, si realmente las consecuencias de la fabricación de esta prenda vale tanto esta necesidad de gasto que tú has tenido. Averiguar si hay otras alternativas. Si por ejemplo te das cuenta de que es súper bonito y es de plástico y esto no encaja con lo que quieres, busca algo igual de bonito con otro material. Poco a poco ir averiguando cuáles son las alternativas que mejor le funcionan. Buscar marcas cerca de donde vives, marcas locales o a lo mejor no locales pero que tengan un producto que realmente satisface sus necesidades. Sabes que si mañana necesitas otra camiseta puedes ir ahí directamente o por lo menos ir a ver qué es lo que tienen antes que otras alternativas. Cuestionarse muchísimo. Cuestionar de dónde vienen las cosas, a dónde van a ir cuando ya no las necesites y cuánto tiempo le voy a dar uso. Si es un vestido que vas a usar una vez para una fiesta, igual lo puedes alquilar o pedir prestado o buscar uno que no sea tan contaminante,… Intentar reducir el impacto de nuestras necesidades.
M: Sobre todo yo creo que también llena mucho el compromiso con las marcas. Yo me considero afortunada de poder hablar con vosotros a diario y de conoceros pero que realmente ves las personas, los líderes que estáis detrás. Todo lo bien diseñado y pensado y la conciencia que tenéis del impacto. Como comprador tienes ese poder de apoyar, seguir de cerca y como tú dices ver que han lanzado, si hay una nueva colección o no… Desde tu experiencia en el sector, ¿crees que tendría que haber más barreras a las empresas para que sean sostenibles, más regulación..?
NS: Creo que tiene que haber regulación. Creo que tiene que haber especialmente regulación cuando hablamos de grandes empresas multinacionales. Hay que tener regulación para todo el mundo pero creo que es particularmente impactante cuando hablamos de personas que producen millones de prendas que van y vienen – y muchas veces no sabemos ni de dónde vienen. Tenemos que tener una regulación sobre muchos aspectos, porque tenemos que ver con la seguridad física de la gente que trabaja, la seguridad económica, la seguridad de no contaminar el entorno, la seguridad de que vaya a tener un mínimo de calidad. Eso de que lo pongas en la lavadora una vez y desaparezca – aunque se haya tolerado como una normalidad, creo que deberíamos de desnormalizarlo. Las cosas deberían de tener un mínimo de calidad – y un largo etcétera. Nosotros, por ejemplo, en este momento estamos trabajando con la campaña Good Clothes Fair Pay, una campaña de recogida de firmas con Fashion Revolution. Desde ahí, podéis votar – dejar vuestro nombre. Queremos pedir a la Unión Europea una ley que proteja en cuanto a salario digno a la gente que fabrica la ropa. Hay muchas cosas bastante chungas detrás de todo esto porque nosotros lo primero que nos viene es: “Aquí también”. De hecho, la campaña de Good Clothes Fair Pay también tiene en cuenta a España como uno de los países que necesita reformas. Pero, hay otros países donde el nivel es tan grave que hay gente que puede no cobrar en un año entero, que puede perder su trabajo si no puede ir a trabajar un día porque se ha partido un brazo (o lo que sea), pierde el trabajo y no cobra el año entero trabajado. Muchas cosas que no se regulan y que hace que la situación de precariedad de esta gente – si no son esclavos como los entendíamos antiguamente porque no los hemos secuestrado para ponerlos allí y vienen por su propio pie – pero vienen a aceptar estas condiciones porque no les queda otra. Esto debería alarmarnos un poquito más. Desde aquí, que es donde al final estas prendas terminan vendiéndose, nosotros somos el consumidor final, tenemos nuestra parte de responsabilidad a la hora de frenarlo.
M: ¿Qué acciones debería llevar a cabo o qué podemos hacer para que la gente se conciencie?
NS: Por un lado, como un proyecto de marca o cualquier proyecto relacionado – no tiene por qué ser un proyecto profesional; aunque sea para ti mismo, para tu propio armario. Busca coherencia y al buscar coherencia buscar información para comprobar que lo que haces realmente sea lo correcto. A veces uno puede pensar que está ayudando a algo pero al no tener una información correcta pues no se da cuenta que el impacto va hacia otro lado. Hay que quitarse la idea de la tendencia que podamos tener en pensar “Si hago esto soy bueno, si hago esto otro soy malo”. Esto no nos ayuda. La cuestión es si lo que yo quiero es proteger la vida animal, ¿es cierto que si uso un producto voy a evitar el sufrimiento pero si se usa el otro no? Hasta qué punto es cierto. Entonces allí vas averiguando. ¿Hay otra alternativa? – si ese no es el caso. Y ahi vas buscando y vas mejorando tu conocimiento para llegar al objetivo que tu quieres. Esto puede ser tanto para una marca o como para una persona el camino es igual de complicado.
Y a la hora de “convencer” a los demás es que depende de los demás. Cada uno somos tan diferentes que no nos llega un mensaje de la misma manera uno que a otro. Yo creo que al final de algún modo no vas a convencer a alguien que no ve el mundo como tu. Lo primero que podemos hacer es intentar compartir nuestro pensamiento, nuestras ideas con gente con afinidades sobre este tema. Averiguar cuáles son las inquietudes de quienes no la tienen.
También puede pasar. A mí me pasa mucho que la gente me diga mira es que yo lo siento muchísimo por ejemplo por esta gente en Bangladesh – o donde sea – pero es que no eso no va conmigo y ya está. Tengo que respetar su opinión, a lo mejor es porque no entiende algún punto del discurso o porque cree que otra parte de la sociedad necesita más prioridad. Esto me pasa mucho con algunas compañeras más feministas, necesitamos que la gente tenga ganas de saber más. Si le decimos algo y no me quiere escuchar no servirá de nada. La cuestión es cómo hacemos para “favorecer”, incrementar la curiosidad y que cada uno luego busque la información que haya.
M: Estoy de acuerdo creo que la curiosidad es muy importante. La curiosidad que uno tiene y esto evidentemente no puedes que hacer que las otras personas “Venga tienes que ser curioso”. Creo que es un camino que recorres solo con tus intereses como comentabas. Creo que desde las marcas para fomentar está curiosidad es muy importante la comunicación. La comunicación clara del impacto de las empresas tradicionales, tenemos estos datos. Los materiales que contaminan, los plásticos donde acaban, quizás compartiendo esto puedes generar esta curiosidad y decir “Voy a buscar y voy a ver qué hay detrás de esto. Buscar mucho la transparencia.
Personas o referencias que te influyan, que recomiendes, que sigas de cerca y que creas que otras personas que también están interesadas en moda sostenible pueda gustarles
NS: Cuantos nombres hay que podríamos citar, tanto en el mundo de la moda como del activismo más en general. Dentro del mundo de la moda está Gemma Gómez, que es la persona a través de quien yo entro en el mundo de la moda sostenible después de este viaje que te comentaba. Volví, empecé a buscar en internet con google a ver qué pasa con el mundo. La primera vez que oí la palabra sostenibilidad y llegue a la plataforma Slow Fashion Next que es el proyecto de esta persona. Y a través de ella di el primer curso de moda sostenible. Me llegó el primer impulso de información. Ella me dejó bastante impresionada. Ella tiene muchos proyectos. Actualmente, habla de moda y sostenibilidad.
También tiene un directorio de moda sostenible. Podéis averiguar en su web Gema Gomez o Slow Fashion Next. También tengo cariño a muchas personas aquí pero tengo un gran cariño por Santi de la marca Organic Cotton Colours. Es una marca de tejidos de algodón orgánico pero, Santi da la cara da detalles, da trazabilidad, te contesta…. es una cosa que no he encontrado antes, con mucha dificultad. Sobre todo cuando empezamos, la accesibilidad que da para que la gente pueda entender lo qué hacen – más allá del producto- toda la filosofía. He aprendido mucho a través de ellos y a través de la información que nos brindan de primera mano.
M: Siguiendo un poco en esta línea, lecturas, podcasts, documentales que hayas visto o algún contenido que digas mira yo he consumido y me ha parecido interesante.
NS: En lecturas Brenda Chávez de Carro de combate. Tiene varios libros, algunos que son sobre el consumo en general teniendo en cuenta la moda, tiene algunos otros más específicos donde habla del consumo de moda, uno de sus libros “Tu consumo puede cambiar el mundo” – con esto ya te haces una idea de qué va. Es muy reivindicadora y tiene las ideas muy claras y no se corta a la hora de explicar las cosas y le tengo mucho aprecio por ello.
M: ¿Qué consejo le darías a una persona que está empezando y que quiere ahora lanzar un proyecto sostenible?
NS: Mantenerse fiel a sí mismo y a sus objetivos. Que no se sienta demasiado mal, que no se castigue demasiado cuando las cosas no sean demasiado perfectas. Hay un mensaje, una tendencia online, como que a todo el mundo le sale todo bien, todos los negocios son de éxito, todo sale súper fácil, suelen creérselo y ya está. Cuando no es así. Es difícil cuando intentas ser fiel a tus principios y no recibes el apoyo que creías recibir o no te resulta tan fácil en general como tú pensabas. Puede ser duro. Lo que te salva en estos momentos de recordar porque tu lo haces, cuál es la esencia que es lo que tú quieres conseguir con esto. Es tu tiempo de vida, es tu proyecto y vas a dedicarle tu energía entonces ¿qué quieres conseguir? Hazlo. Haz esto que tú quieres conseguir y no lo que otros te digan que venga mejor.
M: Ahora sí, por último a quien nominarías para que hagamos próximamente la entrevista de Impulsores del cambio.
NS: Me gustaría darte dos nombres. Uno por su profesionalidad y su accesibilidad que es Santi Mallorquí de Organic Cotton Colours, creo que puede enseñar mucho y compartir sobre la visión de la sostenibilidad desde un punto de vista más “de cerrar el grifo y no tanto de achicar” como decíamos. Por otro lado, a una compañera que tiene un proyecto llamado Shopping Detox. Cris tiene un enfoque muy cercano al consumidor final y a la persona de a pie que intenta sacar algo en concreto desde su armario. Entonces sería como los dos lados de la balanza y creo que ambos pueden aportar muchas cosas.
M: Pues muy interesante, nos encantaría que participen. Lanzamos aquí el challenge. Si nos podéis hacer la introducción les contactaremos y a ver si próximamente participan en Impulsores del cambio. Muchas gracias Nadège por tu tiempo y por participar en las entrevistas esperemos que tenga mucho alcance y que muchas personas lo vean.
A las personas que nos estáis leyendo, por favor, dar like al video o al podcast y hacer follow a nuestro canal para que llegue al máximo número de personas posible.
NS: Muchas gracias a ti por invitarnos, un placer hablar contigo.
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